
La cena propiamente dicha comenzó hacia las 10 de la noche, todo con muy buena disposición, cada mesa llevaba el nombre de una película ilustrativa de las personas que la componían, “la vida de Bryan” era la nuestra. Un menú suculento nos esperaba, Nacho, como siempre, me decía que si comía como un prejubilao, luego nos estuvimos haciendo fotos sin parar en un ejercicio de egolatría sin parangón. Luego llego Rosa con los regalos para las mujeres, después Pablo y su padre, con el de los hombres, más abrazotes y abrazotes; al final el padre de Rosa y su hermano con los puros, yo no quería pero lo cogí para Nacho, que es un enfermo de los puros.
Y por fin, llegó el baile nupcial, Pablo dio la talla, aunque un poco rígido, no tan suelto como cuando da abrazotes. Nacho, Xabel, Sivino y yo directos a la barra libre a tomar cubalibres, nacho fumaba puros sin parar. Luego llegaron Zapi, Paola, Angel y Rebeca,…después de un rato, algunos se lanzaron a la pista cuando se le dedico a Pablo la canción de: “AMO A LAURA”; a continuación el Consorcio con su “chachachá del tren” y pudimos ver a la Laura haciendo el trenecito seguida de Gloria…emocionante y muy muy bizarro.

Ya casi al final se despidió nuestra consejera preferida, y ya entonces se empezaron a ver corbatas en la cabeza y camisas fuera, hasta un “full monty” improvisado. Nacho como ya no tenía más puros quiso que yo pidiera al padre de Rosa aún más. Y ya en la decrepitud de la noche algunos turoneses entonaron el Asturias de Victorín el nuestro y luego Sta. Barbara. Xabel en un estado de excitación fuera de lo común se subió al minúsculo escenario para intentar organizar los autobuses…pa Uviéu a la izquierda, pa Mieres a la derecha…; al final los autobuses solo iban a Mieres y estaban a la izquierda. Al irnos Nacho y yo intercambiamos
