Angel Gónzalez
El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.
El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.
2 Comments:
por qué has quitado la entrada del día de américa en asturias? es una vergüenza que la suprimieses. tu abuela en este caso era una figura literaria representativa de la senectud de la ciudad.
vuelve a insertar esa gran entrada para deleite de las visitas que recibes.
Pues a mi el otoño, me gusta, el verano parece que irradias energía y alegría sin cesar... pero todo en exceso suele ser malo, y el otroño, con su supuesta tristeza.. y colores pastel.. nos relaja y me hace sentir bien.. hay gente que se anamora en primavera, como dicen los tópicos...mi tópico personal es en otoño... mu bonito el poema.
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